miércoles, 2 de marzo de 2011

Lagrimas de Hielo


LAGRIMAS  DE  HIELO
Siempre sentía demasiado frío por  fuera, y demasiado vacío por dentro





Este cuento no comienza como ningún otro que se haya escrito, no empieza por el final ni mucho menos por el principio.
No diré hace mucho tiempo, tampoco en un reino lejano ni si quiera había una vez.
será un cuento triste porque a pesar de ser llamado cuento de hadas no habrá ninguna, será ansioso y esperara ser leído muchas veces para llenarse del calor y vida de la que ahora carece

Cuando Tatiana había nacido, todos se dieron cuenta que le faltaba algo, no era una pierna y no era un brazo, no era algo visible pero todos sabían que hacía falta algo, alarmados con el paso del tiempo se dieron cuenta que la princesa no sonreía, no lloraba, no se molestaba, siempre permanecía con el mismo rostro. 
 Cuando iba creciendo muchos intentaron y  dieron todo de si, para hacer sonreír a la princesa,  a pesar de todo sus esfuerzos, ni los caballeros, ni el parlamento, ni si quiera los aldeanos pudieron hacer que la princesa sonrieran pero  la pobre princesa no comprendía la desesperación de todos a su alrededor, como si las desgracias vinieran en pareja una helada cayó sobre el pequeño reino y provoco hambruna, desesperados muchos aldeanos dejaron el reino, algunos otros murieron , al final la princesa se había quedado sola atrapada en ese reino frió , como si el tiempo se hubiera detenido, por fin se había dado cuenta que no podía sentir nada, pero no comprendía la razón.

El salón que más le gustaba visitar era la biblioteca, donde siempre leía historias de fantásticas sensaciones que ella misma deseaba tener; daría costosos vestidos, sus invaluables joyas y los tesoros más extraños que le dejaron sus padres por experimentar un poco de lo que aquellos libros llamaban dolor, amor, tristeza o alergia; recordaba que alguna vez le había preguntado a su nana y aunque no supo explicarle, la cara que puso gritaba lo bien que se sentía, un día se topo con un baúl, donde dentro había un diario que hablaba de dos amantes que planeaban fugarse, el amor que la chica describía, hacía pensar a la pequeña princesa que quizás ella necesitaba un compañero que la hiciera sentir, se sentó pidiendo que alguien así llegara a su lado, espero y espero pero mientras mas esperaba más vacía se sentía, ese nada podía describirse como el tener hambre y no poder llenarse con nada.Un día apareció un actor ambulante que iba de reino en reino llevando sonrisa y ganando aplausos, para cuando su mirada se cruzo con la de la princesa , se enamoro de esos ojos vacíos y llenos de la ausencia, color de la nieve, puros y cristalinos que lo llenaron del deseo de regalarle una sonrisa la princesa; hablo durante mucho tiempo con aquel hombre pero aun después de esas profundas charlas ella no comprendía las emociones y el se sentía cansado y triste por no hacer feliz a la princesa.

El tiempo quien amaba a Tatiana siempre había sido misericordioso con ella y no había permitido que envejeciera pero celoso y enfurecido con el actor, lo fue matado poco a poco haciendo viejo al indefenso bufón.
la princesa no comprendía porque a pesar de ser ella tan igual en los reflejos del hielo, su gran amigo estaba cambiando sus cabellos se ponían del color de la nieve y su rostro se llenaba de arrugas, el bufón sabia que pronto llegaría su hora de partir y para no causarle sufrimiento a la princesa que tanto había amado, emprendió un viaje al interior del frió bosque, la princesa extrañada por la desaparición de su acompañante no descanso hasta encontrarlo, la blanca y pura nieve  era la cama del moribundo payaso, debajo de los abetos con una sonrisa al revés, la princesa sintió por primera vez una daga en su pecho, se sentó a su lado y la abrazo con fuerza, en su rostro por primera vez sintió un calor proveniente de sus lagrimas que rompieron la prisión helada de su rígido corazón... 
                            y ahí murieron los dos  el bufón en los brazos de la princesa con lagrimas de hielo.

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