domingo, 24 de abril de 2011

Sofisticado




Sofisticado
Triste sabor se viene a mi mente cuando escucho los tacones de Giselle en el pavimento, suave aroma que me intoxica la  sangre  y me hace rabiar. Sin darme cuenta mis manos quieren romperle en mil pedazos deshacerme de todo lo que siento por ella  que desaparezca porque me siento asqueado estando a su lado.
Giselle ¿Qué veneno suelta tu piel? Para hacerme sentir mareado y confundido
¡No me toques! Cada tacto de tu parte hace que quiera arrancarme la piel    y mi corazón desee llorar.
Ohh Giselle que sucede a mí alrededor que parezco embriagado con vino tinto 
¿y si te tomo?   A que sabrás?  Tan delicioso como  he  esperado? Como he deseado?
Estoy perdiendo la cordura. Mira que siquiera pensar en la posibilidad de poseerte es la idea más desquiciada que he tenido.
El liquido carmesí de mi cuerpo arde cuando la suave brisa invade el interior de mi pecho,  me lleno de aire me lleno de vida que se escapa con un suspiro profundo.
Giselle … hoy es el día esperado, aceptaste la invitación, te veo por esos escalones cristalinos el vestido de satín que caen desde tus hombros y recorre tu cuerpo travieso escondiéndose en la profundidad de tus curvas;  tu acentuada cadera, tus largas piernas y tu elegancia al caminar como siempre me perturba.
-que hermosa- digo de manera sincera y tu solo te ríes, pareciera que te burlas    de mi existencia, de mi amor
Un enorme salón  decorado con  luces  y cortinas aterciopeladas  nos llama, abre sus puertas con una invitación cortes, escondiendo sus  deseos de devorarnos,  bajo la mirada y me encuentro con un  sofisticado piso con cuadros dicromáticos me resulta hipnotízate  y aterrador que  rápidamente levanto la mirada para buscar tus ojos Giselle, ahora   las personas como siempre juiciosas nos miran con deseos de susurrar entre ellas, esperan acechantes el momento donde la hipocresía defienda algo que ellos llaman Etiqueta.  

El mesero nos llama con ese asqueroso acento francés  y lo miro pendiente de mis propios deseos, ignorándolo, abriendo el menú sin pensarlo y ordenando lo  primero que leo entre aquellos   nombres refinados.  Cuando los alimentos llegan, solo  los veo  una triste y pre juiciosa  ensalada cesar  como los antiguos romanos, acaso  me cuestiona por no tener el valor ¿Qué sabe una ensalada de lo que yo estoy sintiendo?   
La tenue luz  del interior refleja en tu mirada, es momento de pedírtelo de confesarlo y mis labios temblorosos que han apresado esas palabras  ahora no pueden más, las están dejando salir sin que yo pueda detenerlas, es como si aquellas palabras poderosas e impetuosas hubiesen tomado el control y salen como una nube de opio atrapada en mi pecho. Empiezas a toser por tanto humo me miras de reojo y un estruendoso ruido apaga las luces ¿Qué está pasando?  Una ligera luz mortecina apenas te  ilumina. Quiero aferrarme a tu cuerpo no dejarte ir, pero  tú te apartas de mi y con una sonrisa bulliciosa, escapas me dejas solo entre aquellas personas tan grotescas saco de mi bolsillo un invento milenario y lo dejo sobre la mesa corro tras de ti. Te veo desangrándote  en el suelo pareces haber  vivido una metamorfosis  tremenda, filosas alas desgarraron  tu piel y tu vestido, quedando desprotegida ante mí, ¿será la señal?   Intento acercarme lento para no asustarte, la luz de la luna te favorece Giselle, cuando mis dedos te acarician un veneno impregna  mis manos que comienzan  a sangrar y yo a gemir de dolor, te quedas callada pareces ignorarme pero  cuando lo notas  veo una brillosa perla en tus ojos.

                                                                            -¿se tratara de misericordia o tu también me amas?  

1 comentario:

  1. Super me encanto, tanto como para inspirarme a realisar un dibujo de la chica Gisselle cuidate

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