martes, 13 de septiembre de 2011

Flor de Tilo.




La puerta se refleja en el espejo y el temor recorre tu piel como un escalofrío. La llave que no ocuparas más tintinea llamándote, como con en un sollozo, por ser dejada atrás después de que te aferraste a ella y a las puertas que abría por tanto tiempo ¿Creíste que ella no se había aferrado a ti?

Qué curioso que renunciar a algo requiera tanto valor pero sepa a cobardía. En este momento sigues temblando, la marcha ha iniciado y ahora es imposible detenerla: espíritus, fantasmas, recuerdos y sobre todo el tiempo. No lo intentes simplemente no lo podrás detener.
Removiendo innecesariamente el caldero, ella se distrae dejando vagar la mente en estas ideas grises que a pocas horas del nuevo día la han arrancado de la cama. No es que no tenga sueño, es solo que no puede dormir y por eso las flores se consumen el agua y las esencias la rodean.  ¿Por cuánto tiempo seguirás mirando el brebaje?

“Hasta que las cosas se aclaren” dijo con tranquilidad mientras el agua tomaba un tono cada vez más opaco, cada vez más rojizo y al ver el avance de su poción ir tan bien sonrió abiertamente. 

El sopor de los vapores y el sueño la vencían y por un momento el temor volvió a borbotones haciendo temblar su cuerpo ¿y si no estaba ahí?

Miro a su alrededor, movió sus dedos frenéticamente y sin pensarlo mucho se abrazó pellizcando sin piedad sus brazos para descubrir con alivio el inconfundible dolor de estar consiente. El alivio la hizo desear poder dormir de nuevo, lo haría cuando su poción estuviera lista; pero ahora solo podía pensar en la puerta que se abrió en el espejo, en las baldosas rojas, paredes celestes y en la oscuridad de una lúgubre noche solitaria. Al principio pensó que el problema había sido la llave, el vínculo que la ataba a ese viejo hogar y los círculos inconclusos que inocentemente no podía dejar atrás. Pero la llave no estaba y ella no tenía la menor idea de donde la había dejado para no volverla a ver, así que haciendo un simple descarte, si no había sido la llave tendría que ser el espejo; ese miserable portal  la había angustiado desde el día en que había tomado posesión de sus aposentos y no podía deshacerse de el sin perturbar a las presencias con las que compartía la morada.

El caldero burbujeo, la pócima estaba lista y por lo menos por lo quedaba de la noche, el control volvería a ser suyo y de nadie más. Sonrió satisfecha ante la labor bien cumplida con la dignidad de una bruja, una poción aplicada en sí misma para cerrar los canales de su mente y el mundo, una poción para dormir sin pensar, sin soñar ni recordar.
“Si molestas a una bruja esta te cerrara las puertas.” Lanzo la amenaza al aire cuando como una catarata rojiza, la poción pasaba del caldero a su taza esparciendo la esencia de las flores, alejando a los espíritus que habían osado perturbar su noche.

La luz del comedor se encendió y la joven asomo su cabeza por la puerta de la cocina, en una mano llevaba su taza favorita y en la otra firmemente sujeta con una manta colorida una pequeña ollita.

“Betty, tesoro ¿qué haces despierta? ¿Te sientes mal?” su madre miro con preocupación la sonrisa cansada de su hija y luego el reloj que apuntaba las 3:05 a.m.

“No es nada, solo me cuesta dormir” A pesar de su tono calmado, la respuesta pareció preocupar más a su madre.

“¿y qué haces?”

“un té”

“¿de tilo?” pregunto esnifando el aroma que se había esparcido por toda la planta baja.

“si de tilo y manzanilla” la joven sonrió aliviada ante la aprobación de su madre y dejando la ollita a un lado tomo asiento para disfrutar de su té.

“está bien, pero con eso te va a costar despertarte en la mañana”

“no importa, de todos modos tengo clases hasta la tarde, está bien si duermo de mas, solo no te preocupes si no reacciono cuando te vayas” 

“mmmm” su madre gruño con recelo “de todos modos te voy a hablar”
La mujer se agacho para darle un beso de buenas noches a su hija y se regresó por donde había llegado, dejándola de nuevo sola con sus pensamientos y la certeza de que cuando llegara a su cama dormiría (lo que quedaba de la noche) sin sueños que pudiera recordar.  

2 comentarios:

  1. totalmente geniaaal :) me encanta el concepto, realmente hice catarsis

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  2. "...Y la certeza de que cuando llegara a su cama dormiría, sin sueños que puediera recordar." Me llevás como espiral con estos cuentos para acabar con un apacible final. Me encanta, Vivi.

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